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Las fintech arrasan a la gestión activa de fondos... pero no son ninguna garantía




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02-05-2016

En el mundo de los fondos de inversión existe un eterno debate entre la gestión activa , es decir, en la que un gestor elige los mercados y valores en los que invierte sobre la base de un análisis en profundidad, y la pasiva , que se limita a replicar los índices . Sobre el papel, la primera debería ser mejor porque ese análisis sirve para encontrar valores con mayor potencial de subida y obtener así una rentabilidad superior a la del índice. Pero la realidad es la contraria: casi ningún fondo de gestión activa es capaz de batir a su 'benchmark' (índice de referencia) a largo plazo, por lo que sale mejor invertir en productos pasivos. Y la razón está en los costes. Los fondos activos cobran unas comisiones mucho más altas que los pasivos, en teoría porque el análisis y la gestión tienen un coste más elevado. Pero esas comisiones, a su vez, minan su rentabilidad y en muchos casos son la causa principal de que estos productos tengan unos resultados muy discretos. Para entendernos: un gestor activo tiene que batir todos los años al índice por más de lo que cobra de comisión para empatar con un fondo índice. Y casi ninguno lo consigue más allá de uno o dos años. La comisión media que cobran los fondos activos en Europa está en el 1,5% (y en el 1,65% en el caso de España, que puede superar el 3% si se añaden los costes ocultos) frente al 0,6% de los pasivos. El resultado es que, segúnS P Dow Jones Indices, cuatro de cada cinco fondos en Europa ha quedado por debajo de su 'benchmark' en los últimos cinco años, proporción que sube hasta el 86% si tomamos la última década. Estos resultados coinciden con una abundante literatura académica: "El 99% de los trabajos académicos en este área dicen exactamente lo mismo. Tienes que encontrar al  Usain Bolt  o al  Lionel Messi  de los fondos de inversión para que la gestión pasiva dé resultados", asegura  Andrew Clare , profesor de la Cass Business School en Londres. Hasta el mítico inversor  Warren Buffett , el máximo exponente mundial del estilo de gestión 'value' (que busca empresas sólidas con negocios rentables e infravaloradas en bolsa) ha recomendado los fondos índice que venden gestoras como Vanguard para evitar las altas comisiones y la rentabilidad decepcionante de la mayoría de los fondos activos. Las fintech, la puntilla para la gestión activa Por si esto fuera poco, esta aparente superioridad de la gestión pasiva alcanza una nueva dimensión con la avalancha de iniciativas tecnológicas que vive el mundo financiero, las llamadas fintech . Unas iniciativas que afectan a casi todas las actividades bancarias, pero que están especialmente avanzadas en el mundo de la gestión de patrimonios gracias a los 'robo-advisors ', es decir, las herramientas que construyen carteras de forma automatizada en función del perfil de riesgo de cada inversor. Y las construyen con fondos de gestión pasiva. Su gran ventaja son los costes: las bajas comisiones de estos fondos se suman a que cobran muy poco al clientes por el asesoramiento gracias a la tecnología, mucho menos que la banca privada o personal tradicional. Ahora bien, estos menores costes y la incapacidad de la mayoría de los fondos activos para batir los índices no garantiza que el cliente vaya a ganar dinero con los pasivos . Si el Ibex baja un 7,15% como bajó en 2015, o un 5,43% como lleva perdido en 2016, el inversor que compre un fondo que lo replique perderá eso más la comisión, por muy baja que sea. Y además, está la cuestión del 'asset allocation', es decir, qué porcentaje de su patrimonio pone en bolsa, deuda pública, deuda corporativa, inversiones alternativas, inmobiliario, etc; y dentro de cada activo, cómo lo distribuye por zonas geográficas. Esto también lo prometen los robo-advisors, pero es difícil adaptar las estrategias a cada momento de mercado con la suficiente agilidad.  Carlos Moreno de Tejada , director general de negocio de Andbank , considera que el fintech existe hace mucho y que quien no se adapte morirá, pero cree que hay una gran necesidad de asesoramiento que deben cubrir las entidades especializadas. A su juicio, el error es obsesionarse con ganar a corto plazo. Demasiados fondos malos que ocultan los buenos Además, los gestores activos se defienden de los ataques. En primer lugar, sostienen que las estadísticas sobre su comportamiento están infladas por la gran cantidad de fondos que no añaden valor en Europa : aquí hay 40.000 fondos mientras que en EEUU sólo existen 4.000, porque su tamaño medio es de 200 millones de dólares frente a 1.400 millones en el caso de los norteamericanos. Es más, más de la mitad de los fondos europeos gestionan menos de 50 millones. Esto se explica por el modelo de distribución "cautivo" europeo -y no digamos español-, que está en manos de los bancos , que venden sus propios productos o los de terceros que les retroceden altas comisiones (los famosos 'rebates') independientemente de que lo hagan bien o mal. Eso impide la selección natural en el sector y mantiene a muchos malos productos en el mercado. Según los defensores de la gestión activa, si un inversor quiere batir al mercado, debe "hacer los deberes" y elegir fondos que verdaderamente aporten valor. Para ello, debe confiar en asesores verdaderamente independientes, no en los que le venden sus productos o los que le pagan comisiones: algo que se va a saber con la nueva norma MiFID 2 y que hará bajar las comisiones del conjunto del mercado según  Carlos García Ciriza , presidente de Aseafi, y evitar tres situaciones que alertan del peligro: fondos que han crecido demasiado deprisa; gestores que no tienen su dinero invertido en el fondo que manejan; y las gestoras que confían demasiado en el marketing para colocar sus productos. 







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