¿Visa para un sueño?
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¿Visa para un sueño?
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29-08-2017
Al escribir estas lÃneas estoy en Cuba. Unos pocos dÃas en esta isla y ya tengo mucho que escribir. Comienzo con las peripecias para llegar a La Habana. VenÃa a un congreso de arbitraje. En el consulado cubano me dijeron que bastaba una visa de turista. Para mi sorpresa esa visa debe ser de las más sencillas de obtener en el mundo. Toma menos de diez minutos, pagas y te dan, sin mayor trámite, una tarjeta. Por razones personales tenÃa que volar desde EE.UU. a La Habana. Cuando entré a la página web de la aerolÃnea americana para comprar mi pasaje me preguntaron la razón de mi viaje. Mi reflexión fue sencilla. “Si basta una visa de turista, habrá que poner turismo”. Puse turismo y me contestaron que no podÃa comprar el pasaje. Investigando descubrà que la idea que uno tiene de que Obama liberalizó los viajes a Cuba no era tan cierta. Trump ha hecho varios cambios. En unas páginas web bastante oscuras y confusas (parecen redactadas en el Macondo de GarcÃa Márquez), el gobierno americano te informa que está prohibido viajar por turismo a Cuba. Puedes viajar por razones académicas, familiares, asistencialistas, religiosas o de trabajo. Pero no por turismo. En resultado: tuve que tramitar una visa diferente. Algo asà como una visa diplomática para eventos que requiere de una comunicación del organizador cubano directamente a su consulado. Obtuve esta visa y pude comprar mi pasaje sin problema. Pero la historia no terminó allÃ. Al llegar al aeropuerto en EE.UU. para chequearme para el vuelo, me desviaron a unos counters especiales para viajar a Cuba. Allà te separan en dos grupos: los que ya tienen visa (que era mi caso) y los que no tenÃan. Los segundos eran desviados a su vez a una mesita donde unos cubanos te venden (literalmente) tu visa casi como si fuera una empanada. Allà tienes que declarar para qué viajas y no puedes decir turismo. La gente dice cualquier cosa y sin verificación le dan su papelito. Pensé: “Tremenda tonterÃa. Un requisito que no sirve para nada y nos complica la vida”. Al llegar a Cuba comenté este incidente con el taxista. Me dijo que el requisito no habÃa sido irrelevante. “Los americanos han dejado de venir. Eso está dañando nuestra economÃa”. Entonces recordé a las personas que hacÃan su cola para comprar su visa. La mayorÃa eran latinos. No parecÃan turistas gringos. El americano promedio no miente y por tanto no viaja a Cuba si quiere ir de verdad por turismo. Trump tomó estas medidas para forzar un cambio en Cuba. Esa es la historia del bloqueo económico de décadas que los cubanos califican (exageradamente) como “el genocidio más largo de la historia”. El error de Trump se verifica con el simple fracaso por décadas del bloqueo para generar un cambio. Si uno quiere lograr mayor libertad polÃtica y económica, no puede hacerlo limitando la libertad polÃtica y económica. Los americanos ven afectado su derecho al libre desplazamiento y al libre comercio para lograr mayor libertad en Cuba. Ello no tiene ninguna lógica. La mejor forma de empujar un cambio en Cuba es bombardear la isla con libertad, no con restricciones. No aprovechar los pequeños espacios de apertura que el gobierno cubano deja para introducir libertad es una estrategia bastante estúpida, solo explicable en los polÃticos. La interacción con negocios y turistas de paÃses libres genera una reacción contagiosa. Las mayores expresiones de libertad en la isla (y el descontento contra sus limitaciones en la población) se ven en los pequeños negocios (hospedajes, restaurantes, cafeterÃas, tours y taxistas) que han surgido para atender a los turistas y han generado más flexibilidad en la dictadura hacia reglas de mercado. La libertad polÃtica y los mercados no nacen del dirigismo estatal o de la presión mediante prohibiciones. La libertad y los mercados surgen de abajo, como órdenes espontáneos, en los que son los ciudadanos, y no los gobiernos, los que crean y conquistan espacios para la autodeterminación individual. Basta abrir pequeñas grietas en el dique que pretende contener la libertad para que la misma se desborde. Asà cayó el muro de BerlÃn. *Esta columna fue publicada con anterioridad en el centro de estudios públicos ElCato.org. Canal AE: Análisis Opinión PolÃtica Sociedad PolÃtica PaÃses: Chile Cuba Estados Unidos México Perú Autor: Alfredo Bullard Cita: La mejor forma de empujar un cambio en Cuba es bombardear la isla con libertad, no con restricciones. No aprovechar los pequeños espacios de apertura que el gobierno cubano deja para introducir libertad es una estrategia bastante estúpida, solo explicable en los polÃticos. Posición Cita: 2 Dow Jones: No Incluir
Articulo completo: americaeconomia.com
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